El Ministerio de Sanidad español ha redactado una nueva ley antitabaco que propone prohibir los vaporizadores desechables de un solo uso y ampliar significativamente las zonas libres de humo a más áreas públicas exteriores. La legislación tiene como objetivo equiparar la regulación de los cigarrillos electrónicos con la del tabaco convencional, con el objetivo de reducir la prevalencia del consumo de tabaco en un 1-2%.
Una disposición clave del nuevo proyecto de ley es la prohibición de vaporizadores de un solo uso (desechables). El argumento principal para esta medida es "el derecho de la población no fumadora a respirar aire no contaminado". Bajo las nuevas normas, estas formas emergentes de consumo enfrentarán las mismas restricciones que el tabaco tradicional. La venta de productos con nicotina como los cigarrillos electrónicos desechables se limitará a estancos o máquinas expendedoras autorizadas.
La legislación también introduce el empaquetado neutro (genérico) para productos de tabaco, exigiendo un color único y uniforme tanto para el interior como el exterior de los paquetes para reducir su atractivo visual, especialmente para los jóvenes. Toda publicidad y patrocinio de productos relacionados con el tabaco será prohibida, y los clubes de fumadores serán eliminados.
La lista de zonas libres de humo (y ahora libres de vapeo) se ampliará para incluir:
- Áreas exteriores y cubiertas de centros sanitarios, instalaciones educativas y de formación (incluyendo universidades).
- Instalaciones deportivas y piscinas públicas.
- Áreas interiores y exteriores de bares, restaurantes y otros establecimientos de hostelería.
- Vehículos de empresa.
- Locales de espectáculos públicos, salones de fiestas y establecimientos de juego.
- Parques infantiles y áreas de juego.
Además, la ley refuerza la protección prohibiendo fumar y vapear dentro de un perímetro de 15 metros de las entradas a edificios públicos, centros de salud, instituciones educativas, museos, bibliotecas y centros deportivos.
El gobierno estima que estas medidas podrían generar ahorros significativos para el sistema de salud pública, potencialmente entre €100 y €200 millones anuales a medio plazo, además de reducir costos indirectos por ausencias laborales, pérdida de productividad y mortalidad prematura. Una vez aprobada la ley, se dará a la industria tabacalera y del cigarrillo electrónico un período de 12 meses para adaptarse a las nuevas regulaciones, particularmente en lo que respecta a los requisitos de empaquetado neutro.